RIVER 1 | 0 ARSENAL “Se merece ser campeón”

Los hinchas de River se entusiasmaron con la victoria y despidieron a los jugadores con una clamorosa ovación.

No hubo tiki tiki, ni show de goles, ni malabares más allá de los que ensayaron en el entretiempo los Foot Boys, pero aun así los hinchas se fueron del Monumental llenos de espíritu, como si hubieran presenciado un espectáculo memorable y como si no pudieran abstraerse del optimismo que hoy domina todo. Y como si cantar fuera para ellos lo mismo que soñar: “Ponga huevo Millonario/ ponga huevo y corazón/ que esta hinchada/ se merece/ se merece ser campeón”.

Lo de huevo y corazón es posiblemente lo que conmueve de este River que parece dispuesto a cambiar el curso de las tristezas de los últimos tiempos. El equipo ya lleva tres triunfos en tres partidos como local. Y eso equivale a decir que tres veces hubo más de 50.000 personas en el Monumental. Tanto entusiasmo crece en proporción a los triunfos y no se atenúa ni por los peros que nacen a la hora de evaluar el juego colectivo.

La gente estalló ayer, por cierto, con el gol de Funes Mori. Aunque debe constar que mucho antes ya había comenzado una suerte de procesión de fe, impulsada desde la Sívori hasta el último escalón de la Centenario, y cuyos efectos sirvieron para arrinconar a Arsenal y presionar en el buen sentido a los muchachos de Cappa.

El 1-0 tuvo un efecto de desahogo. Hubo tiempo para festejar una pisadita de Lamela, para continuar el idilio crónico con Ortega, para aplaudir a Carrizo, para entusiasmarse nuevamente con Almeyda. Y hubo mucho más tiempo para gritar una palabra que había quedado en desuso en Núñez. “Campeón”.