river boca

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jueves, 16 de septiembre de 2010

RIVER Una Buona



Buonanotte fue a la práctica y se ilusiona con jugar contra Newell’s. Después de la ausencia del martes y el apoyo de Passarella, el Enano demostró que quiere estar.

Buonanotte es un jugador de fútbol, pero su lucha no se resume a 90 minutos por semana. Tan difícil como ponerse en su piel resulta obviar que lo suyo es día a día, minuto a minuto. Por eso, por todo esto que le plantó la vida en el camino, aparece como un síntoma alentador que, después de dos noches en las que se habrán revuelto un sinfín de recuerdos, y con aval para ausentarse, el Enano haya tenido suficientes fuerzas y ganas como para armar el bolsito e ir a la práctica de ayer en Ezeiza. Eso ya es una Buona noticia...

Diego reconoce que trata de no pensar en aquel accidente del 26 diciembre pasado que marcó mucho más que los nombres que ahora lleva tatuados en el bíceps izquierdo. “Me hace mal”, dice sin poder disimular el adoquín en la garganta. Por más que lo intente, el lunes le fue imposible por cuestiones judiciales que lo llevaron hasta Junín para declarar en la causa por triple homicidio culposo. Se quebró ante el fiscal, pasó el martes resolviendo trámites personales en su Teodelina natal y hasta recibió el mensaje paternal de Passarella: “Volvé cuando quieras”. Y ese cuando quieras fue ayer. Porque el Enano quiere estar. Quiere volver a ser feliz en el lugar donde más cómodo se siente. Con una pelota pegada a la zurda, haciendo un enganche, un caño, un gol, como si fuera un miércoles más y afrontando una pelea mucho más banal, que es recuperar su nivel y un lugar entre los 11 de Cappa.

Y Rosario, como siempre, está cerca. También las urgencias de un River que visitará a Newell’s con la punta en su poder pero con bajas sensibles de mitad de cancha hacia adelante. Con Lanzini desgarrado, Affranchino operado, el escaso roce de Lamela, el signo de interrogación que acompaña a Ballón y las lentas puestas a punto de Pavone y Caruso, así crecen las chances de Buonanotte en la consideración de Angelito. Un técnico que de entrada le brindó un trato de estrella, un cariño especial, que avisó que a Dieguito lo iba a esperar “el tiempo que fuera necesario” pero que lo mandó al banco contra Vélez y ni siquiera lo hizo ingresar ante Arsenal. Entre un partido y el otro, Cappa también bajó línea: “Buonanotte debe entender que tiene que devolver cosas”.

Ahora, lo más importante es que volvió el Enano. Y que quiere estar, claro.

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